La vida de Stradivari, de los hermanos Hill, es uno de los libros que continúan siendo fundamentales para el quiera acercarse con rigor y amenidad al contexto vital y a la obra del gran luthier cremonense. Los Hill, pertenecientes a una saga de artesanos que se remontaba al siglo XVIII, eran los máximos expertos del Reino Unido en la construcción, restauración e identificación de instrumentos antiguos, y su maestría queda demostrada página por página en este libro que en ningún momento defraudará al lector, y que sigue siendo, a juicio de expertos actuales como Charles Beare, imprescindible para un adecuado conocimiento de Stradivari.
Estamos, pues, ante un clásico vivo, que por primera vez ha sido vertido al español. Los Hill explicaron con detalle la vida del autor y las características de sus principales instrumentos. Actualizaron a Stradivari y colocaron la viga maestra de la actual consideración del Cremonense como el luthier de los luthiers, el que estableció el canon desde el que debe ser medido cualquier instrumento de cuerda.
Al mismo tiempo, los hermanos Hill presentan un ameno fresco de la Cremona de la época y la competencia entre talleres y artesanos, de cómo unos aprendían de otros, y de entre todos ellos, cómo fue Stradivari el que unió las diferentes ideas expresadas en los instrumentos de la época para desarrollar, de forma original, el tipo de instrumento que alcanzase la perfección en todos los sentidos.
El libro es por sí mismo un ejemplo del alto nivel del ensayo académico de la época victoriana, pero en ningún momento resulta difícil de leer para el lector no especialista. Sus láminas e ilustraciones, que causaron admiración en su época por su calidad, ayudan a la vez que iluminan, las descripciones siempre entusiastas de los Hill.
La vida de Stradivari es un libro tan actual y bien escrito como testimonio de una época que sigue viva, cada vez que escuchamos a un artista ejecutando una composición con un violín, una viola o un violonchelo, fabricado como mínimo hace trescientos años y que sigue sonando como el primer día. Los Hill explican el porqué de esa magia en un libro que reúne, curiosamente, esa misma característica de obra maestra intemporal.
