Inmensa fábrica de sueños donde el talento de los mejores ha brillado con luz propia y, al mismo tiempo, industria regida por implacables normas mercantiles que trata de buscar la máxima rentabilidad aún a costa de ofrecer productos de dudosa calidad cinematográfica pero de comprobada eficacia en cuanto a beneficios. Las dos caras de Hollywood pueden apreciarse plenamente mediante el análisis de las películas que ha ido generando a lo largo de su historia. A raíz de diversas transformaciones sociales y económicas en los años sesenta del sigo pasado, la cara de la industria fue cambiando progresivamente y los estudios cinematográficos fueron sucesivamente copados por ejecutivos de un perfil muy distinto a los pioneros del medio. Por otra parte, los nuevos gustos de la audiencia y la competencia del medio televisivo dio lugar a una transformación radical del tipo de películas que se generaban en Norteamérica, con una creciente importancia de la fantasía visual por encima del argumento y los personajes. Con todo, numerosos maestros del celuloide fueron capaces de mantener el talento y la solvencia del mejor cine dando lugar un sinfín de cintas destacadas como El Padrino, Tiburón, Annie Hall, Amadeus, Platoon, Uno de los nuestros, Ed Wood, Titanic, Pulp Fiction, American Beauty, Gladiator, Million Dollar Baby, El caballero oscuro y otras muchas más. “Dólares y talento: el nuevo Hollywood”, desentraña las transformaciones empresariales, temáticas y estilísticas del mayor conglomerado de entretenimiento y arte que ha conocido la humanidad. En este libro se estudia y analiza como la configuración empresarial de los estudios influía de forma decisiva en las películas que realizaban los mismos y cómo un nutrido grupo de realizadores (Scorsese, Coppola, Spielberg, Eastwood, Woody Allen, los hermanos Coen, Tarantino……) siempre luchó (y consiguió) que el cine americano mantuviera su estatus como generador de grandes entregas cinematográficas.
