La vanguardista escenógrafa, pintora y figurinista Victorina Durán (Madrid, 1899-1993) -compañera de estudios de Maruja Mallo, Salvador Dalí y Rosa Chacel, profesora de la Residencia de Señoritas, miembro del Lyceum Club Femenino o escenógrafa de la compañía de Rivas Cherif Teatro Escuela de Arte (TEA), donde colaboró con Margarita Xirgu- dejó escritas las memorias de su fascinante biografía entres volúmenes que ven por primera vez la luz: Sucedió, El Rastro y Así es.
Publicados bajo el título común Mi vida, en ellos nos cuenta cómo se educó y empezó a hacerse un hueco en el mundo del arte, cómo descubrió su atracción por las mujeres y vivió sus experiencias amorosas, o cómo se enfrentó a las consecuencias de la Guerra Civil, al exilio en Buenos Aires y a su difícil regreso a España.
En el segundo volumen de esta trilogía, El Rastro, destinado a 'conocer y amar el alma de las cosas muertas', como le había enseñado Valle-Inclán, Victorina evoca episodios esenciales de su vida, y de las costumbres y los usos de su época, a través de diversos objetos que va encontrando en el emblemático mercado madrileño.