Con un sentido eminentemente lírico, se profundiza en la función de la poesía y sus estre-chas relaciones con lo imaginario. La imaginación no solo es la facultad de crear imágenes, sino de transformarlas en una movilidad constante. Es el mismo autor quien señala: "Si no hay cambio de imágenes, unión inesperada de imágenes, no hay imaginación, no hay ima-ginante". Desde la psicología y la filosofía, Bachelard aborda ese problema para descubrir cómo el poeta une el dinamismo psíquico y la reflexión filosófica en la imagen poética. Ade-más de ser un vehículo de comunicación, las palabras adquieren en la poesía nuevos signi-ficados y se unen a símbolos y pensamientos para constituir los tres planos en que se ex-presa la realidad de "lo poético". Mas la poesía, cree Bachelard, no es simplemente lo que sus palabras describen, ni lo que evocan o afirman; por debajo prevalece el silencio, que es un pensamiento oculto, secreto, aflorado desde sus raíces hundidas en el sueño.
