Frankfurt es un perro que vive maravillosamente bien y al que no le falta de nada. Sólo tiene una desgracia, que para él es una cruz insoportable: su nombre. ¿Cómo es posible que un perro tan extraordinario, tan guapo, tan elegante y tan listo como él se llame Frankfurt? Pero amigos, todo tiene su solución, y en este caso estaba delante de nuestros hocicos.