LA EXPANSION DEL DERECHO AL OLVIDO DIGITAL

Desde que se manifestara por primera vez, el derecho al olvido digital ha irrumpido como un fenómeno polifacético con una indudable repercusión social, tecnológica y, cómo no, jurídica. Esta peculiar manifestación del derecho de protección de datos personales en el contexto digital, cuya configuración está en permanente evolución, ha ido delineándose a partir de la experiencia e interrelación de varios actores (entre otros, los gestores de motores de búsqueda, las hemerotecas digitales, las agencias europeas de protección de datos y los órganos jurisdiccionales), como bien lo demuestra la reciente Sentencia del Tribunal Constitucional de 4 de junio de 2018.

En este contexto, han sido dos los momentos que han marcado un punto y aparte en esta configuración: por un lado, la Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 13 de mayo de 2014, asunto Google Spain, que reconoció la virtualidad jurídica del derecho al olvido digital y, por otro lado y más recientemente, la aprobación del nuevo Reglamento General de Protección de Datos en la Unión Europea, aplicable desde el 25 de mayo de 2018, que regula un derecho al olvido sustancialmente diferente al concebido en aquella sentencia.