F. Scott Fitzgerald definió Muchos matrimonios una de las mejores novelas de Sherwood Anderson. El libro abraza la tesis del fracaso de la monogamia, es decir de la institución del matrimonio. Por esta razón fue vetado en muchas librerías de Estados Unidos y de Inglaterra y creó no pocos problemas a su editor. A pesar de ello Fitzgerald afirmó que no se trataba de un libro inmoral sino de un libro ferozmente antisocial. El mismo Anderson adelantó que al libro se le acusaría de inmoralidad porque investigaba en la dirección de una liberación física y mental, en un intento de revelarse a sí mismo cual era la justa vía para el ser humano.
La novela puede parecer una simple historia de adulterio hasta puede parecer de lo más obvio: el jefe con su secretaria, pero la reflexión de Anderson despojada de inhibición, es mucho más profunda y mística, quiere ahondar en la esencia del hombre para entender cuáles fuerzas interiores, a veces inevitables, lo mueven a través de las convenciones sociales.